Los Autogestores hablan sobre: la sexualidad en personas con discapacidad intelectual
Resumen
Históricamente la sexualidad en la discapacidad se ha tratado como un tema tabú. Actualmente se habla con mayor naturalidad de la sexualidad en las personas con discapacidad, pero hay que seguir mejorando.
Queremos empezar con la pregunta: ¿Qué es sexualidad?
La sexualidad es parte de nuestra identidad. Se manifiesta en nuestro estilo de vida, la manera que tenemos de expresarnos, los afectos, en cómo somos. La sexualidad influye en lo que pensamos, sentimos y en cómo nos comportamos.
Sexualidad es hacer el amor, encontrarse, tener contacto y conocimiento del propio cuerpo y del cuerpo del otro, es acariciarse, expresar afecto, sentir placer, empatizar con el otro.
Históricamente la sexualidad en la discapacidad se ha tratado como un tema tabú. Actualmente se habla con mayor naturalidad de la sexualidad en las personas con discapacidad, pero hay que seguir mejorando. Hoy, podemos vernos con deseos, sueños propios, fantasías…la realidad es igual a todas las personas y nosotros/as no vivimos en un mundo diferente. Las caricias y besos son las mismas para todos.
La sexualidad de las personas con discapacidad intelectual no es mejor ni peor que la del resto de personas. Va en cada persona y se expresa en su forma de vivirla y experimentarla. Nuestros mayores problemas provienen de la sobre protección.
Hay que cambiar la mirada para poder ver a las personas con discapacidad intelectual tenemos derecho a ser informadas, tener una educación sexual, expresar nuestra sexualidad, formar una pareja, derecho a tener una vida sexual independiente….
Experiencias personales en sexualidad
Nos gustaría contar alguna de nuestras experiencias personales:
“A nivel personal las principales barreras que nos encontramos son la falta de habilidades sociales, muchas veces nos hacen no saber cómo relacionarnos, entablar una relación.”.
“Es difícil que nos vean con capacidad de decidir y que queramos experimentar nuestra sexualidad. Nos ven como niños, nos infantilizan. Muchas personas aún creen que somos seres asexuados”.
“No tenemos suficiente información sobre salud sexual, la mayoría de las personas no se sienten cómodas hablando del tema o teniendo que discutirlo con sus cuidadores, dado que se trata de una cuestión sensible”.
¿Cómo abordar la sexualidad en personas con discapacidad intelectual?
La sexualidad es un aspecto fundamental en la vida de todas las personas, sin importar su condición física o mental. Sin embargo, a menudo se pasa por alto la sexualidad de las personas con discapacidad, lo que puede llevar a la exclusión y al desconocimiento de nuestras necesidades y derechos.
Como familiares o acompañantes de personas con discapacidad hay una serie de conductas que se pueden llevar a cabo para gestionar de forma positiva la sexualidad en la discapacidad. Desde el Grupo de Autogestores, pensamos que algunas de ellas son:
Hablar sobre sexualidad
Primero y principal, hablar del tema, bien cuando la persona pregunte o bien cuando se detecten inquietudes en ese sentido. Y hablar sin tapujos, con un lenguaje que sea comprensible para su edad y capacidades, y responder a todas las preguntas que se les haga.
Hablar de sexualidad no sólo nos dará herramientas, sino que también nos orientará sobre el cómo, cuándo y dónde manifestarla y de qué forma, haciendo comprender que hay acciones que pueden llevarse a cabo en público, pero que otras solamente en privado, y siempre con el consentimiento del otro/a.
Capacidad de expresión
Otro aspecto importante es motivar a la persona con discapacidad para que exprese sus preferencias y gustos y a decir no cuando algo no le gusta. También explicar el proceso ideal para enamorar a otra persona y respetar siempre su decisión.
Autoconocimiento y habilidades sociales
También, es importante que, en la medida de las posibilidades personales, se nos consulte sobre cuestiones respecto de nuestro cuerpo, al tiempo de ayudarnos a trabajar habilidades sociales para poder manifestar mejor nuestra afectividad y sexualidad.
Privacidad y no sobreprotección
Las personas de apoyo también tienen que darnos nuestro espacio para que tengamos privacidad. No sobreprotegernos y enseñarnos prácticas higiénicas, saludables y seguras, junto con visitas a ginecólogos y urólogos para asegurar una buena salud.
No negarnos nuestra sexualidad, no infantilizarnos ni sobreprotegernos, darnos libertad para decidir y evitar centrarse sólo en la prevención de riesgos. Deben facilitarnos espacios, tiempos y formas.
En definitiva, se trata de facilitar que las personas con discapacidad intelectual podamos expresar nuestra sexualidad.
Autor: Grupo de Autogestores de Futuro Singular Córdoba