La visión profesional: Escuela de verano inclusiva
Resumen
La Escuela de verano inclusiva ofrece un espacio abierto a la comunidad y participativo en el que, no sólo los niños y toman conciencia sino también sus familias y como no, el voluntariado que en ella participa.
Desde nuestra entidad cada año se van realizando actividades, proyectos, programas y eventos en la comunidad para impulsar procesos de toma de conciencia, participación y transformación social en nuestros contextos inmediatos, todos ellos alineados y vinculados con nuestro Plan Estratégico y nuestra Misión, Visión y Valores.
Uno de los proyectos de transformación más importantes y que afecta directamente al entorno socioeducativo es la Escuela de Verano Inclusiva, que lleva en marcha desde hace 15 años en algunos centros de nuestra entidad: Castro del Río, Córdoba y Palma del Río. En ella un amplio número de niños y niñas con y sin discapacidad intelectual, participan realizando actividades de ocio y tiempo libre en un entorno comprometido, alegre, respetuoso con el medio ambiente y facilitador de apoyos personalizados.
La Escuela de verano inclusiva ofrece un espacio abierto a la comunidad y participativo en el que, no sólo los niños y toman conciencia sino también sus familias y como no, el voluntariado que en ella participa.
El Voluntariado en la Escuela de verano inclusiva
El voluntariado en este proyecto es vital, apoyando y complementado la acción de los profesionales y permitiéndoles vivir una experiencia única impulsando un aprendizaje activo e inclusivo. Así, nuestra entidad, a través de la Escuela Inclusiva de Verano, contribuye a la consecución del ODS Objetivo 4, garantizando una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
El voluntariado participante proviene de ciclos formativos (integración social, animación socio cultural…) y del ámbito universitario (grado de Educación Primaria, Infantil, Especial, Pedagogía, Psicología…) tanto de la provincia de Córdoba como de Málaga.
Al voluntariado le supone una experiencia vital de aprendizaje en lo referente al acercamiento a la discapacidad desde el prisma del ocio inclusivo, así como para la puesta en marcha de estrategias socio-pedagógicas aprendidas en sus ámbitos de estudio y formación. Esta experiencia les supone una experiencia vital por el impacto que les supone llevar lo aprendido en las aulas al día a día de la escuela inclusiva.
La educación impartida a los/as participantes en la Escuela de verano inclusiva
La educación es una de las herramientas más poderosa de trasformación social.
Los participantes de la Escuela de Verano Inclusiva oscilan entre los 3 y los 12 años de edad aproximadamente (se hace extensible a otras edades, viendo el perfil y las necesidades tanto del usuario/a como de sus familias) y tienen diferentes procedencias que también es un factor enriquecedor para el proyecto.
Uno de los objetivos más importantes que se persigue con este proyecto es que la diversidad no sea un elemento discriminatorio o de desventaja, como ocurre en otros contextos, sino un elemento enriquecedor que aporta y que suma en una convivencia positiva entre las personas que la construyen.
En esa construcción, lo más importante es que cada miembro sea participante activo, interrelacione con el contexto independientemente de sus necesidades de apoyo. Es el modo de construir, impulsar procesos toma de conciencia y facilitar un ocio inclusivo
¿Cómo se conoce la Escuela de Verano Inclusiva de Futuro Singular Córdoba?
Las familias y el entono comunitario reciben publicidad e información tanto a través de la prensa escrita y nuestros medios digitales (Redes Sociales, web y Newsletter), como a través de los propios centros de la entidad y organismos y asociaciones colaboradoras.
Futuro Singular Córdoba apuesta por la transformación social a través de un proyecto de ocio inclusivo alineado con el nuevo Plan Estratégico de la entidad y en contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, rodeado de grandes profesionales, apoyado en un voluntariado formado y motivado, con la confianza de las familias y la comunidad participante, sensibilizando y educando en la diversidad y con el espíritu de una infancia que busca pasárselo muy bien en un entorno inclusivo y divertido.
Autor: Rubén Ríos Sendra. Director pedagógico del Colegio María Montessori de Castro del Río.