Autoestima en personas con discapacidad intelectual
– “Yo creo que las personas con discapacidad intelectual tienen más problemas de autoestima porque la mayoría de nosotros tenemos problemas para comunicarnos y expresarnos”.
– “Yo no tengo problemas de autoestima, no me considero culpable de nada”.
– “Yo creo que las personas con discapacidad intelectual no tienen más problemas de autoestima porque la familia nos quiere a nosotros más”.
– “A la persona que tiene problemas de autoestima yo le diría que se centrase en las cosas que tiene, en las cosas que hace bien, y que no le diese importancia a las cosas que no puede realizar o que aprenda poco a poco a hacerlas”.
– “A la persona con problema de autoestima yo le diría que levante el ánimo, que salga con amigos y abra su corazón, que seguro hay alguien que le escucha”.
– “A la persona con problema de autoestima le diría que para querer a los demás se tiene que querer primero él”.
Estas son algunas de las reflexiones del grupo de Autogestores de Aprosub Montilla sobre la autoestima en personas con discapacidad.
Una baja autoestima, o consideración de si mismo, es una situación a la que se enfrentan con frecuencia las personas con discapacidad intelectual debido a diferentes circunstancias como, experiencias sociales negativas, prejuicios o porque, desde edades tempranas, no han tenido los apoyos necesarios para afrontar estas situaciones. Esto, si se une además con dificultades en la comunicación y expresión, puede provocar mayor frustración e introversión incrementando así el impacto negativo.
Desde Aprosub consideramos que, para ser efectivos, debemos comenzar a empoderar a las personas con discapacidad desde su niñez, motivándoles a tomar sus propias decisiones y haciéndoles partícipes de la vida con sus compañeros y entornos cercanos para que ganen confianza en sí mismos y se sientan capaces de superar cualquier barrera.
En edades adultas, trabajamos la autoestima a través de talleres en los que las personas exponen sus problemas y preocupaciones aprendiendo a quererse y valorarse. Trabajar sobre la percepción negativa que tienen sobre ellos mismos es el primer paso a tener en cuenta para posteriormente abordar la cuestión de cómo pienso que los demás me ven.
Fomentar las relaciones sociales positivas, la pertenencia a grupos más allá del propio entorno familiar y la toma de decisiones sobre su propia vida capacita a las personas a estar más seguras de sí mismas y sentirse valoradas y respetadas por los demás.