ENTREVISTA EN PRIMERA PERSONA A ALEJANDRO MUÑOZ
Resumen
Alejandro Muñoz: "Quiero ayudar a otros chicos que hayan pasado por mis situación, como un día me ayudaron a mí"
Alejandro no ha tenido una infancia y adolescencia fáciles. Su dura historia muestra aún más, el valor de su transformación y el valor de los apoyos que le han llevado a ella.
Nos lo cuenta Alejandro, en primera persona:
Alejandro, tu infancia, aunque en familia, no fue fácil para ti ¿nos cuentas por qué?
En mi casa había muchas peleas. Una noche mi padre llegó bebido y mi madre lo intentó echar. Llamó a la policía y mientas venía, mis hermanas y yo nos encerramos en una habitación.
Mi padre fue a la cárcel y como mi madre no nos podía mantener, mis hermanas y yo fuimos a centros abiertos.
¿Cómo te afectó salir de casa y la separación de la familia?
Yo no entendía nada porque era pequeño. Pero me afectó mucho porque toda la vida había estado con ellos y ahora nos separaban.
Primero, mis hermanas y yo entramos en un centro abierto en Úbeda, estábamos allí de lunes a viernes y el fin de semana íbamos a mi casa. Pero empecé a portarme mal y a los dos o tres años me trasladaron a otro centro en Andújar. Ahí empezaron los problemas porque había «un ambiente de locos». Me provocaban siempre y yo pegaba a los educadores y a los otros niños.
Los educadores sí que me daban apoyos, pero yo no los quería coger.
Después pasé a otro centro cerrado en Jaén. Mi conducta tampoco era buena, pero me controlaban con contención mecánica y aislamiento. Cuando empecé a mejorar me trasladaron a otro centro semicerrado a Málaga.
¿Cuándo acaba para ti esta situación o cuando comienza tu transformación?
En Málaga, con 17 años.
Los educadores siempre me habían dicho que si no controlaba mi conducta yo iba a ir a peor con los años, y cuando cumplí los 17 me di cuenta de que eso estaba pasando. Mi ira era cada vez más grande por eso me propuse cambiar.
Con los apoyos de los educadores empecé a controlar mi rabia y sólo explotaba si otras personas me provocaban.
Pero yo empecé a portarme mejor y los educadores empezaron a darme “cosas buenas”: hacía cursos de formación, salía a la calle en Málaga y empecé a ver a mis hermanas. También hacía mucho deporte: futbol, baloncesto, gimnasio. Eso también me vino muy bien. Me gusta mucho hacer deporte.
Llegas a Córdoba y la vida te cambia por completo. ¿Qué encuentras aquí?
Cuando faltaban 3 meses para cumplir los 18 años, me buscaron un piso tutelado en PRODE Pozoblanco.
En el piso vivo con más gente, yo soy el más pequeño. Por la mañana cojo el autobús escolar para venir al Colegio de Futuro Singular Córdoba en Peñarroya-Pueblonuevo.
Cuando llegué estaba asustado porque no sabía lo que me iba a encontrar, pero me fui acostumbrando y ahora estoy muy contento.
Ahora, los apoyos que necesitas son diferentes, ¿Cuáles son tus principales apoyos?
Ya no necesito apoyos para mi conducta, los que necesito son para la vida independiente. En el piso hay una cuidadora para apoyos puntuales como ir al banco.
Ahora veo más a mi familia. Mi madre y mis abuelos vienen a Córdoba a verme. Yo cojo solo el autobús y luego en Córdoba me muevo con el GPS del teléfono porque no conozco la ciudad.
Pero me manejo muy bien con los ordenadores y el móvil, así es que no tengo problema.
En el colegio tengo los apoyos de los profesores, los psicólogos y los compañeros. Los del colegio y los del centro ocupacional. También he hecho amigos aquí.
Ahora en Semana Santa salgo en un paso de costalero. Toda la vida me ha gustado la semana santa y cuando cumplí los 18 años fui a una cofradía de Pozoblanco para apuntarme. Ya no necesitaba la autorización de nadie.
Saco el paso el día 16 y después, el jueves, me voy a Jaén con la familia. Voy a ver a mi madre y a mis abuelos.
En Pozoblanco por las tardes, ahora ensayo, pero también hago deporte, salgo a cenar… a veces salgo con la gente del piso, porque hay chicos jóvenes, pero también me gusta salir solo.
Y tu futuro ¿Qué objetivos tienes marcados en tu Plan Personal de Apoyo?
Lo tengo muy claro, me quiero sacar la ESA y trabajar de camarero para ganar dinero y estudiar la carrera de educador social.
Quiero ayudar a otros chicos que hayan pasado por mi situación, como un día me ayudaron a mí.
Ahora me está costando un poco porque los contenidos no están adaptados. Pero mi objetivo lo tengo claro.