Mohamed pertenece a nuestra residencia en Palma del Río.

Su vida, como la de muchísimos inmigrantes que llegan a España, no ha sido fácil.

Mohamed llegó a la península en patera desde Argelia, buscando lo que el denomina “paz” en un idioma que cada vez domina mejor.

Si esta situación ya es difícil para cualquier persona, hay que sumarle que Mohamed tiene discapacidad intelectual.

Por fortuna, en febrero de este año, su vida cambia por completo al incorporarse a nuestro centro en Palma del Río.

Ha establecido lazos estrechos con sus compañeros, con nuestros/as profesionales, con la comunidad.

Mohamed nos cuenta su historia, en primera persona.

¿En qué momento decides venir a España y quién te acompaña?

Decidí venir en 2020 porque en mi país no hay trabajo.

El tratamiento del médico en mi país es muy caro y yo necesitaba trabajar para pagar el médico.

Quería trabajar en limpieza, como recepcionista o como cajero. En mi país ya estuve un año trabajando de cajero en una carnicería.

Vine a España con mi primo.

¿Cuánto tiempo ha durado ese viaje? ¿nos lo cuentas?

El viaje en patera fue 17 horas. Desde las 4.00h de la mañana hasta las 21.30h de la noche.

Tardé mucho porque la patera se averió en medio del mar y dejó de funcionar. Al final, dos personas la arreglaron y seguimos.

Pasé mucho miedo porque vi peces muy grandes en el mar. Eran peces peligrosos. Vi delfines y ballenas desde la patera. Pasé miedo.

¿Qué esperabas lograr fuera de tu país?

Esperaba la paz fuera de mi país, trabajar y poder ser atendido por el médico, el tratamiento es muy caro y quería pagarlo.

¿Qué tipo de paz buscabas?

En mi país las personas de la calle me pegaban por tener discapacidad. Necesitaba vivir en paz.

¿Qué piensas y sientes cuando llegas al Centro de Inmigración?

Sentí una seguridad muy grande en el Centro de Inmigración. Llegué a Cartagena en Murcia con mi primo, pero luego él se fue a Francia.

¿Cómo recibes la noticia de que vienes a Palma del Río a un centro que apoya a personas con discapacidad intelectual?

Me alegré mucho cuando supe que vendría a Palma del Río porque no tengo familia en España.

No tenía casa y esta ya es mi casa.

¿Cómo ha cambiado tu vida? ¿Te sientes bien?

Mi vida es mucho mejor ahora, estoy muy bien con mis compañeros del centro y con todos los trabajadores.

Aquí ayudo en la limpieza y trabajo en la recepción.

Hago ejercicios de matemáticas porque me gustan mucho y se me dan muy bien. Yo estudie en el colegio hasta un año antes del bachillerato.

Aquí me lo paso muy bien porque salimos. Vamos al mercado, a ver partidos de baloncesto, a la piscina y un día fuimos a la playa, a Matalascañas, en Huelva.

Salimos los fines de semana. Hemos salido a la feria, a la piscina, al bar…

¿Qué es lo que más te gusta o valoras de estar en Futuro Singular Córdoba?

Lo que más me gusta es la comida. Disfruto de la comida.

También tengo amigos como J.J. Miguel, Montse, José… Me gusta salir con ellos.

Duermo bien.

Aquí tengo paz, me siento muy bien.

Te gustaría dar algún mensaje

Doy las gracias a España y a la trabajadora social de inmigraciones porque ella me ayudó a venir a Futuro Singular. Ella se llama Gema López.

Y doy las gracias también a todas las personas que trabajan aquí: Lourdes, mi directora, Isa, y todas las monitoras.