Estimulación del lenguaje desde el vientre materno

Resumen

El lenguaje no es solo una habilidad cognitiva que los niños adquieren, sino un proceso social que se cultiva en el entorno familiar. Por ello la importancia de la estimulación desde que nacen.

“El lenguaje está en nuestros genes y, los órganos que intervienen en el desarrollo del lenguaje se forman antes del nacimiento”.

El propósito de este artículo es trasladar la importancia de estimular al feto desde que está en el vientre materno hasta que se desarrolla; y una vez nacido, durante su infancia, adquirir buenos hábitos que beneficien su progreso.

Para conocer de una manera más profunda cómo se desarrolla el lenguaje en el útero es necesario tener presente cuales son las tres estructuras necesarias para que se dé el lenguaje: el cerebro, la boca y el oído. Nuestro cerebro se divide en zonas especializadas, y una de ellas lo está en la comprensión del lenguaje. En cuanto a la boca, hacia la cuarta semana de gestación se comienza a formar la cavidad bucal y en el segundo trimestre de embarazo, el feto, ya es capaz de cerrar el puño y chuparse el pulgar, lo que explica que sea capaz de mamar nada más nacer. Y, finalmente, el oído, que se forma desde el comienzo de la gestación, en el segundo trimestre puede percibir los sonidos internos de la madre.

A continuación, exploraremos cómo estos factores ambientales, desde el útero, contribuyen al desarrollo del lenguaje y por qué es crucial estimular el lenguaje desde el vientre materno.

¿Por qué es importante la estimulación desde el vientre materno?

Durante el embarazo, el bebé no solo se está formando físicamente, sino que también está desarrollando capacidades sensoriales y cognitivas. A través del líquido amniótico y de los estímulos auditivos que recibe del exterior, el feto empieza a familiarizarse con el ritmo y la melodía del lenguaje, lo que sienta las bases para su desarrollo lingüístico postnatal. Aquí algunos de los principales motivos por los cuales la estimulación desde el vientre materno es fundamental:

  1. Estimulación auditiva temprana: Desde el segundo trimestre de embarazo, el sistema auditivo del bebé está lo suficientemente desarrollado para captar sonidos provenientes del exterior, como la voz de la madre o los latidos de su corazón. Estos sonidos repetidos y constantes ayudan a que el bebé comience a discriminar patrones rítmicos y tonalidades, aspectos fundamentales para la adquisición del lenguaje. Incluso, algunos estudios sugieren que los bebés que han sido expuestos a lecturas o canciones durante el embarazo pueden reconocer esos sonidos después del nacimiento.
  2. Creación de conexiones neuronales: Durante el embarazo, el cerebro del bebé está en pleno crecimiento y desarrollo. Cada estímulo que recibe contribuye a la creación de nuevas conexiones neuronales. Las experiencias sensoriales, como escuchar música o la voz de la madre, favorecen el desarrollo de las áreas cerebrales implicadas en el procesamiento del lenguaje, como el área de Broca (asociada con la producción del habla) y el área de Wernicke (implicada en la comprensión del lenguaje).
  3. Vínculo emocional a través de la voz: La voz de la madre tiene un impacto emocional profundo en el feto. No solo ofrece seguridad y tranquilidad, sino que también permite al bebé comenzar a familiarizarse con el timbre, el tono y las cadencias de la lengua materna. Este vínculo emocional es crucial, ya que el bebé será más receptivo a la comunicación verbal una vez nacido, al reconocer la voz de su madre.
  4. Desarrollo del reconocimiento del lenguaje: Aunque el bebé aún no entiende las palabras, puede percibir los ritmos y entonaciones del lenguaje. Es por eso que hablarle al bebé, leerle o cantarle durante el embarazo puede ayudar a que desarrolle una familiaridad con el lenguaje que facilitará el proceso de aprendizaje una vez que nazca. El hecho de que el bebé esté expuesto a los sonidos del habla antes de nacer puede darle una ventaja cuando comience a adquirir palabras en su primer año de vida.

Estrategias de estimulación prenatal

Existen diversas formas de estimular el desarrollo del lenguaje durante el embarazo. A continuación, se presentan algunas recomendaciones que las madres pueden incorporar a su vida diaria para contribuir al desarrollo lingüístico de sus bebés:

  1. Hablarle al bebé con frecuencia: Aunque el bebé no puede responder, escuchar la voz de su madre con regularidad tiene un impacto significativo en su desarrollo. Las madres pueden aprovechar momentos cotidianos para hablarle al bebé, describiendo lo que están haciendo o expresando sus pensamientos y emociones.
  2. Leer en voz alta: Leer cuentos en voz alta expone al bebé a una mayor variedad de palabras y estructuras lingüísticas.
  3. Escuchar música: La música, especialmente las melodías suaves, ayuda a calmar al bebé y a exponerlo a patrones rítmicos que se asemejan a los del lenguaje. Las canciones infantiles también pueden ser una excelente opción para empezar a crear una conexión entre la madre, el lenguaje y el bebé.
  4. Crear un ambiente relajado: El bienestar emocional de la madre tiene un impacto directo en el desarrollo del bebé. Si la madre se encuentra tranquila y relajada, el ambiente hormonal será más favorable para el desarrollo cerebral del bebé. Actividades como la meditación, la respiración profunda y mantener una actitud positiva también contribuyen al desarrollo emocional del bebé, lo que favorece el aprendizaje del lenguaje.

¿Cómo podemos estimular desde que nace el bebé hasta los 6 años?

 Estimulación en la etapa de 0 a 3 años

El lenguaje en esta etapa es fundamental para su desarrollo cognitivo y emocional. A esta edad, los niños aprenden a comunicarse no solo a través de palabras, sino también mediante gestos, sonidos y expresiones faciales. Algunas de las rutinas recomendadas son:

Hablar constantemente

  • Explica lo que estás haciendo mientras realizas actividades cotidianas, como preparar la comida o vestirse.
  • Señala objetos y acciones alrededor de tu hijo, repitiendo sus nombres en diferentes contextos.

Escuchar y responder

  • Cuando el bebé balbucea, responde imitándolo o añadiendo una palabra a su balbuceo.
  • Incluso si aún no hablan, dales tiempo para «responder» con gestos o sonidos.

Lectura diaria

  • Incluso antes de que comprendan completamente el significado, leerles historias es una excelente manera de familiarizarlos con las palabras, el ritmo y el tono del lenguaje.
  • Haz preguntas simples como «¿Dónde está el perro?» y señala las imágenes mientras lees.

Cantar canciones y rimas

  • Las canciones infantiles con movimientos combinan música y lenguaje con acciones, facilitando la comprensión.
  • Las rimas sencillas como «Cinco deditos» ayudan a mejorar el ritmo y la memoria del niño.

Fomentar la interacción social

  • El contacto con otros niños facilita la imitación del lenguaje y de las habilidades comunicativas.
  • Juegos como el de las cocinitas, hablar por teléfono o dar de comer a muñecos estimulan la imaginación y el lenguaje.

Modelar el lenguaje

  • Si el niño dice una palabra incorrecta, repítela correctamente sin corregirlo directamente, por ejemplo: «Mira, un pato».
  • Introduce palabras nuevas, explicando de manera sencilla su significado.

Jugar con sonidos

  • Jugar a hacer sonidos de animales o de objetos, como «el perro hace guau», puede ayudar a desarrollar la comprensión de la relación entre sonido y objeto.
  • Usa sonidos como “¡bum!” o “¡zas!” cuando juegas o lees cuentos para captar su atención.

Preguntas simples y abiertas

  • Incluso si no responde, preguntar cosas como “¿qué es eso?” o “¿dónde está tu pelota?” estimula el pensamiento y el deseo de comunicarse.

Limitar el tiempo frente a pantallas

  • El tiempo frente a pantallas debe ser limitado, ya que la interacción cara a cara es mucho más efectiva para el desarrollo del lenguaje en esta etapa.

Repetición y consistencia

  • La repetición es clave para que los niños aprendan nuevas palabras y las asocien con objetos o acciones.

Estimulación en la etapa de 3 a 6 años

La estimulación del lenguaje en esta etapa es crucial para su desarrollo académico y social. Los niños pasan de utilizar frases simples a construir oraciones más complejas y comienzan a entender conceptos abstractos.

Fomentar conversaciones diarias

  • Presta atención cuando el niño habla y muestra interés en lo que dice.
  • Preguntas que no se respondan con un simple «sí» o «no», como «¿Qué te gustó más del parque hoy?».
  • Habla sobre tu día y anima al niño a compartir el suyo.

Lectura interactiva

  • Elige libros adecuados para su edad y léelos en voz alta.
  • Haz preguntas sobre la historia, los personajes y las ilustraciones.
  • Anima al niño a predecir lo que sucederá y a resumir lo que ha aprendido.

Ampliar vocabulario

  • Usa palabras más complejas y explícalas en contexto.
  • Explora vocabulario relacionado con temas específicos, como animales, profesiones o emociones.

Juegos de lenguaje

  • Fomenta el reconocimiento de sonidos y estructuras del lenguaje.
  • Como «Veo veo» o «El ahorcado» adaptado para su edad.
  • Crea historias juntos, alternando frases o personajes.

Actividades artísticas y dramáticas

  • Permite que el niño cree diálogos y personajes.
  • Fomenta la expresión verbal y la creatividad.
  • Las canciones infantiles mejoran la memorización y el ritmo lingüístico.

Modelar el lenguaje correcto

  • Habla claramente y utiliza estructuras gramaticales correctas.
  • Si el niño comete un error, repite la frase correctamente sin señalar el error directamente.
  • Usa un lenguaje adecuado para su edad para fomentar su crecimiento lingüístico.

Estimular la curiosidad y el pensamiento crítico

  • Anima al niño a hacer preguntas y busca respuestas juntos.
  • Museos, zoológicos o parques que ofrezcan nuevas experiencias y vocabulario.

Integrar la tecnología de manera responsable

  • Utiliza apps diseñadas para mejorar habilidades lingüísticas.
  • Asegúrate de que el contenido sea apropiado y complementario a otras actividades.
  • Participa con el niño en actividades tecnológicas para fomentar la conversación.

Promover interacciones sociales

  • Actividades que requieran comunicación y cooperación.
  • Teatro, música o idiomas que estimulen el uso del lenguaje.
  • Reuniones con otros niños para practicar habilidades sociales y comunicativas.

Crear un ambiente rico en lenguaje

  • Crea listas de palabras nuevas aprendidas y revísalas regularmente.
  • Reconoce y elogia cuando el niño utiliza nuevas palabras o estructuras complejas.

Ser paciente y ofrecer apoyo constante

  • Cada niño se desarrolla a su propio ritmo.
  • Elogia sus esfuerzos y progresos en el lenguaje.
  • Fomenta que exprese sus sentimientos y pensamientos abiertamente.

CONCLUSIÓN

La filosofía de intervención del lenguaje en padres y niños se enfoca en comprender cómo los padres pueden influir en el desarrollo del lenguaje y la comunicación de sus hijos a través de diversas estrategias de interacción. Esta intervención reconoce que el lenguaje no es solo una habilidad cognitiva que los niños adquieren, sino un proceso social que se cultiva en el entorno familiar. Por ello la importancia de la estimulación desde que nacen.

Equipo de Atención Infantil Temprana de Futuro Singular  Córdoba