Queremos empezar haciendo referencia al concepto de «Calidad de Vida” como conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar de los individuos y la realización de sus potencialidades en la vida social.

Hemos visto que las relaciones personales es uno de los aspectos fundamentales para que nosotros, que tenemos discapacidad intelectual, podamos gozar de una vida plena y podamos tener la oportunidad de encontrar una pareja.

Nosotros necesitamos tener relaciones con las personas del entorno para socializar, ya que esto beneficia nuestro desarrollo personal, pero especialmente es importante para tener una buena calidad de vida.

Tenemos que resaltar la importancia del OCIO en nuestro tiempo libre, ya que es la mejor oportunidad para realizar actividades en el exterior y esto crea grandes posibilidades para poder enamorarnos y conseguir tener pareja.

Mitos en las relaciones de las personas con discapacidad intelectual

También queremos comentar los mitos que existen:

– Algunas personas piensan que “Nosotros no tenemos sexualidad, somos personas asexuadas…” la realidad es que tenemos intereses, ilusiones, deseos, necesidad de vínculos afectivos, capacidad de enamorarnos… nuestro cuerpo tiene capacidad de sentir y de excitarnos…

– Creen que “Nuestras dificultades nos impiden tener relaciones sexuales “normales”. En realidad, el nivel intelectual o la limitación física u orgánica no determinan la capacidad de amar, expresar cariño…

Creemos que tenemos que deconstruir esos tópicos y los falsos mitos que existen, para que las personas tengan más empatía, compresión, dejarnos tener los mismos derechos que el resto y ser reconocidos por nuestras capacidades.

La sobreprotección

Por otro lado el rol de nuestros padres o tutores es fundamental, ellos deben confiar en nosotros y deberán ofrecernos más o menos apoyo para poder ejercer nuestra sexualidad dependiendo de la autonomía o necesidades de apoyo que tengamos.  A veces, lo que nos impide tener relaciones es la sobreprotección, estar siempre pendientes de nosotros y querer protegernos tanto que nos impide que desarrollemos nuestra intimidad.

Anteriormente nunca habíamos tenido una Educación Sexual, siempre se han evitado y reprimido nuestros derechos sexuales y reproductivos. Al igual que ha pasado con la maternidad y paternidad, ha sido siempre un tema tabú para las personas con discapacidad intelectual, ya que muchas personas han asociado nuestra discapacidad a la imposibilidad de tener hijos/as.

Actualmente trabajamos la sexualidad en nuestros grupos para poder expresar nuestros sentimientos libremente, poder formar una pareja y tener una vida sexual independiente.

Experiencias personales

Nos gustaría escribir algunas de nuestras experiencias personales:

A- “Yo creo que todos tenemos a derecho a tener pareja”. Cuando tenemos pareja nos sentimos motivados, con alegría, entusiasmo… somos más fuertes, aunque yo he tenido una mala experiencia porque ella era de otro pueblo distinto al mío y la distancia era un gran impedimento.

Sólo nos veíamos en clase unas horas y la comunicación también era complicada por su timidez.

Me gustaría tener pareja y vivir mi relación libremente sin barreras.

B- » Me he encontrado con muchas barreras para tener pareja»

Mi pareja es de un pueblo diferente al mío por lo que era muy difícil desplazarme para poder verla y además su familia no quería que estuviese con ella por nuestra discapacidad, por lo que la relación se rompió.

Después con el paso del tiempo coincidimos en el mismo centro, por suerte en la misma residencia y por fin pudimos estar juntos, tener una relación libre y poder demostrar lo que verdaderamente sentimos el uno por el otro.

Derecho a tener relaciones

Tenemos que ser conscientes que todos tenemos necesidad de recibir y dar amor, cariño…no tenemos un mundo diferente, las caricias y los besos son los mismos para todos. Consideramos que esta necesidad no es mejor ni peor que la de los demás, es la nuestra propia y la expresamos en nuestra forma de vivirla y experimentarla.

Como conclusión pensamos que todos tenemos derecho a conseguir el máximo nivel de inclusión y normalización posible, sobre todo en el campo de nuestras necesidades afectivas y sexuales.

Autores: Grupo de Autogestores del centro Futuro Singular Córdoba en Castro del Río.