Transición al segundo ciclo de educación infantil

Resumen

Durante el proceso de transición del niño o la niña al segundo ciclo de educación infantil, la coordinación entre centro educativo, el Centro de Atención e Intervención Temprana y familia es esencial.

La transición al segundo ciclo de educación infantil, como cualquier inicio y/o cambio, supone un período de incertidumbre, dudas e, incluso, un poco de vértigo. Si a esto, le sumamos que nuestro/a hijo/a tenga un trastorno en su desarrollo o un riesgo de tenerlo, todo lo anterior se multiplica por 1000 desde el momento en el que empiezan a hablarnos de apoyos en el centro educativo, modalidades de escolarización, AL (Audición y Lenguaje), PT (Pedagogía Terapéutica)..

Pero… ¿Qué es la transición?

La transición es un proceso que se produce cuando los y las menores van a comenzar el segundo ciclo de educación infantil, a la edad de 3 años. Este proceso implica diversas acciones en las que están involucradas muchas personas y agentes, entre los que se encuentran los y las menores y sus familias, los profesionales del Centro de Atención e Intervención Temprana (en adelante CAIT) los Equipos de Orientación (EOE), el Equipo Provincial de Atención Temprana (EPAT) y los centros educativos. La transición se inicia mucho antes incluso del primer contacto entre la familia y los centros educativos.

Procedimiento de la transición al segundo ciclo de educación infantil

Paso 1: valoración del/la menor en el centro

Sobre los meses de noviembre-diciembre los menores que serán escolarizados en el segundo ciclo de Educación Infantil en el curso siguiente, y que por esa fecha están siendo atendidos en los CAIT, son valorados en el propio centro con la finalidad de, sumar estos resultados al informe previo de Escolarización y poder informar al Equipo Provincial de Atención Temprana de las características del menor en cuanto a distintos aspectos del desarrollo.  

Paso 2: reunión de equipos

Entorno al mes de febrero, según el protocolo establecido por educación y con la autorización de las familias, los profesionales de los Centros de Atención Temprana mantienen una reunión con los Equipos de Orientación y el Equipo Provincial de Atención Temprana, donde se trasvasa la información necesaria para la gestión del proceso de nueva escolarización.

Paso 3: valoración del/la menor con familia y escuela infantil

Tras esa primera reunión, los EOE y el EPAT comienzan su valoración en la que se incluye al menor, su familia y la Escuela Infantil a la que asista, en caso de hacerlo.

Paso 4: dictamen de escolarización

Tras esa valoración, los profesionales del ámbito educativo realizan, en caso de necesidad, el Dictamen de escolarización que incluye entre otros aspectos, la modalidad de escolarización que se asignará a cada menor basándose para ello en las necesidades que presenta. Estas modalidades podrían ser las siguientes:

  • A: Aula Ordinaria a tiempo completo.
  • B: Aula Ordinaria con apoyos en periodos variables.
  • C: Aula específica de Educación Especial.
  • D: Centro específico de Educación Especial.

Paso 5: reunión para el seguimiento

Una vez escolarizado el/la menor en el primer curso del  2º ciclo de Educación Infantil, sobre el mes de noviembre, se vuelve a realizar una reunión entre los CAIT, los EOE y el EPAT para hacer un seguimiento de cómo ha ido el inicio de la  escolarización de las/os menores, poniendo en común la evolución de los mismos, sus desafíos y fortalezas en ambos contextos.

Pero… ¿Qué papel tienen los profesionales de Atención Temprana en todo este proceso?

El de ACOMPAÑAR.

Los profesionales de Atención Temprana acompañamos a las familias en todo este proceso. La transición es un proceso ante el que la mayoría de las familias pasan por un momento de incertidumbre, dudas y miedo a lo desconocido, de forma que desde el servicio de Atención e Intervención Temprana, junto al Servicio de Promoción Comunitaria y Apoyo a Familias, se realiza un acompañamiento, dando espacio y tiempo a aquellas familias que aún se encuentran en los primeros momentos de asimilación de un diagnóstico o posible diagnóstico, haciéndoles saber en todo momento que estamos para apoyarles y acompañarles.

Además, en muchas ocasiones, cuando un menor inicia el segundo ciclo de educación infantil, ya lleva un recorrido en el CAIT, por lo que los profesionales que intervienen con el menor y su familia ya tienen un importante conocimiento sobre las necesidades de apoyo que presenta. Por eso, los profesionales del CAIT, implementan junto a la familia una variedad de estrategias planificadas y oportunas con el menor, su familia y su entorno, antes, durante y después de la transición.

¿Y qué pasa con todos esos términos que tanto preocupan a las familias?

EOE, EPAT, modalidad B, aula específica, AL, PT, etc.

Desde los Centros de Atención e Intervención Temprana de Futuro Singular Córdoba, también intentamos resolver todas estas dudas, en un trabajo conjunto entre las direcciones de los CAIT y el Servicio de Promoción Comunitaria y Apoyo a Familias con el que intentamos acercar a las familias a toda esta terminología y a familiarizarse con el sistema educativo.

Las familias deben contar con información sobre el sistema educativo y su funcionamiento, deben conocer y reflexionar sobre “qué es la educación inclusiva” sus beneficios y retos. Por lo que, desde nuestra Fundación se dedican espacios en los que las familias pueden expresar sus preocupaciones y metas, resolver las posibles dudas y obtener la información necesaria con respecto al sistema educativo y el proceso en el que se están iniciando su hijo/a y ellos.

Durante el proceso de transición, la coordinación entre centro educativo, CAIT y familia es esencial, así como la participación de la familia en la vida de la escuela lo cual favorece que se sientan conectadas a otras familias y a los profesionales de los que se rodea su hijo o hija.

Tras este primer momento de transición, se produce un período de relativa estabilidad mientras el y la menor se encuentra en el segundo ciclo de educación infantil, período que comprende desde los 3 a los 6 años y, en los que, en la mayoría de los casos, continúa asistiendo al servicio de Atención e Intervención Temprana e incluso complementarse con intervención específica recibida en los Centro de Recursos Especializados con los que también cuenta nuestra Fundación.

¿Qué ocurre cuando el niño o la niña cumple 6 años?

Cuando los niños y las niñas cumplen 6 años, se les da el alta en el servicio de Atención e Intervención Temprana debido a que cumplen el límite de edad. En este momento se produce otro proceso de transición para las familias, en las que vuelve a surgir toda la incertidumbre, dudas, sensación de pérdidas de apoyos, etc. En algunos casos, con el paso a la educación primaria, puede producirse un cambio de modalidad de escolarización, de las cuales hemos hablado anteriormente o, incluso, de centro educativo. En este momento, desde nuestra Fundación, acompañamos a las familias desde los Centros de Recursos Especializados y el Servicio de Promoción Comunitaria y Apoyo a Familias e, incluso, en el caso de que la modalidad de escolarización elegida sea la D, desde los Centros Específicos de Educación Especial.

Tras el proceso de transición, es interesante hacer un balance de los resultados obtenidos. Si toda esta red funciona bien, además de los objetivos específicos del niño o la niña, podemos esperar que las familias se sientan bien acogidas, integradas y cómodas en el centro escolar al que asistirá su hijo o hija los próximos años. Tanto la familia como el CAIT contamos con un canal efectivo de comunicación con el que poner en común la evolución de los menores y, por último, la familia debe sentirse acompañada con una red de apoyo con la que se sienta empoderada.

No debemos olvidar, que en el centro de toda esta estructura se encuentran los niños y niñas con sus desafíos, pero sobre todo con sus fortalezas y logros.