¿Y si en el supermercado se aprendiera?
Lo que emociona, enseña.
El momento de hacer la compra, momento que para los adultos puede ser aburrido y dar a veces un poquito de pereza, para los niños puede suponer una aventura, ya que al no ser tomado como una obligación el momento es vivido con emoción, y normalmente si hay emoción hay aprendizaje.
Todo aprendizaje que se da en un contexto natural, en situaciones reales, donde es posible repetir en múltiples ocasiones y es significativo para el niño y su familia, va a ser posiblemente más efectivo que aquel que se pretenda alcanzar mediante sesiones aisladas y descontextualizadas.
Las clásicas áreas de desarrollo
El momento de hacer la compra puede ser un momento repleto de oportunidades de aprendizaje. Para que esto sea así, es condición Sine qua non que el niño pueda participar, comunicándose, haciendo acciones por sí mismo y relacionándose con los demás.
Si asociáramos lo que se puede hacer durante el momento de la compra para favorecer el desarrollo evolutivo del niño con la manera en la que contribuye cada acción al desarrollo de las distintas áreas obtendríamos una lista bastante extensa.
En lugar de eso, con la finalidad de juzgar de qué manera es preferible aprender, a continuación, se realiza una pequeña comparación de las actividades realizadas tradicionalmente en los centros de Atención Temprana para favorecer determinadas áreas, con las acciones cotidianas que pueden hacerse en un contexto natural, como puede ser un Supermercado:
Ayudar a tener ojos extraordinarios para lo cotidiano
Está al alcance de la mano contribuir al aprendizaje de los niños, la clave está en favorecer la participación de estos en actividades cotidianas, dándole oportunidades de hacer lo que les gusta, respondiendo positivamente a las interacciones y ayudándole a hacer cosas nuevas y distintas.
Los profesionales que trabajamos en el servicio de Atención Temprana de la Fundación tenemos el cometido de apoyar a las familias para, mediante la puesta en marcha de estrategias previamente acordadas, favorecer un mayor nivel de autonomía, participación y relaciones sociales del menor en diferentes rutinas, como por ejemplo es el momento de la compra. Tenemos la misión de ayudar a hacer ver a las familias lo cotidiano con unos ojos extraordinarios.
Autor: Agustín Montilla Luque. Coordinador Atención Temprana.
Todos los puntos son interesantes y necesarios,lo digo púes he estado muy informadada,por familiares qué han trabajado en ello y por una niña con síndrome de daun hoy en el cielo qué
hacia de todo en tareas de casa salía con sus amigas y escribía manejaba el Móvil , sus familiares la educaron así.
Grande es el trabajo qué desempeñais. ENHORABUENA
M.Carmen muchísimas gracias por leernos, escribirnos y por tus palabras. Desde la fundación procuramos siempre prestar los mejores apoyos tanto a las personas con discapacidad intelectual como a sus familias.