Las personas con discapacidad intelectual podemos trabajar como uno más.
En el grupo de autogestores de Córdoba reflexionamos sobre nuestra capacidad para trabajar. La primera reacción de todas las personas presentes es responder con un “¡sí, por supuesto! claro que podemos”. Pero en unos casos la respuesta se acompaña con un gesto de ilusión, por demostrar lo que hemos aprendido, en otras de enfado por tener que eliminar esa duda, en otras de impotencia por sentirnos señalados injustamente.
OPORTUNIDADES SIN PREJUICIOS
Analizamos lo que nos hace sentir a cada persona del grupo tener que reivindicar que sí podemos trabajar, tener que convencer y demostrar como grupo, en vez de tener la oportunidad de mostrarnos como cualquier persona, cada una con sus virtudes y defectos, sin prejuicios. Nos da rabia que, por tener discapacidad intelectual, se piense que no podemos hacer nada.
CAPACIDAD DE TRABAJAR
No vemos que se hagan estas cuestiones a las personas sin discapacidad y al igual que entre nosotros hay gente que hace bien su trabajo y otras que no, o que hacen bien un tipo de trabajo y otro no saben, no quieren o no son capaces, de hacer ese en concreto.
En general, con o sin discapacidad, hay personas que han aprendido a hacer bien un trabajo o están aprendiendo, que se quieren esforzar y otras personas que no quieren hacer nada. También hay personas que tienen que compensar ciertas limitaciones con apoyos pero eso no significa no puedan hacer tareas.
No todas las personas pueden trabajar en todo, no cualquiera puede trabajar de piloto de avión, o su físico le permitiría ser bombero, por ejemplo. Pero todas las personas tienen derecho a desarrollar sus habilidades y gustos y a no ser discriminadas.
PARA REFLEXIONAR…
¿Cambiamos la frase? “¿Las personas sin discapacidad pueden trabajar como uno más?” No sabemos quien es “uno más”, pero comentamos casos de personas sin discapacidad que no son aptas para desarrollar el trabajo por el que se les paga. Un compañero pone el ejemplo de un profesor que le pegaba, aunque éste pusiera empeño en aprender, trabajara y avanzara, su profesor no escuchaba, no enseñaba y pagaba su frustración personal con violencia. ¿Estaba capacitado ese profesor para trabajar en ese puesto?
Comentamos también sobre las personas sin discapacidad que van al trabajo y no hacen nada, sólo pasar el tiempo para luego irse a casa con su sueldo. Hay muchos aspectos a tener en cuenta para hablar de la capacidad de trabajar que creemos que pueden tener más importancia como la actitud, las ganas y el esfuerzo.
DERECHO A TRABAJAR.
Todas las personas tenemos derecho a trabajar, pero las personas con discapacidad tenemos una barrera social porque nos ven como personas inútiles, que no podemos hacer nada. Algunas personas nos tienen anuladas para todo tipo de trabajo sin haber valorado nuestra forma de ser, las ganas o el coraje para trabajar.
Solo hay una forma de conocernos, a nosotros y a cualquiera: sin prejuicios.
Autor: Grupo de Autogestores de la Fundación Futuro Singular Córdoba en Córdoba y su profesional de apoyo, Raúl Higueras Aguilera