III Encuentro Hermanos: Hermanos en la zona de cambio

 

 

Aprosub ha celebrado el tercer Encuentro de Hermanos.

Los hermanos de personas con discapacidad intelectual de Aprosub vienen a estos encuentros para convivir y aprender.

Este encuentro ha preparado a los hermanos para que se hagan cargo de sus hermanos con discapacidad intelectual cuando los padres no puedan hacerlo.

Han venido hermanos pequeños y hermanos mayores.

Dos hermanas mayores contaron al resto de hermanos cómo fue su historia al hacerse cargo de su hermano con discapacidad intelectual.

Una de las hermanas lo hizo por delegación impuesta, esto quiere decir, que no había otra opción porque no tenía más hermanos y sus padres ya no podían.

Otra de las hermanas lo hizo por delegación voluntaria, esto quiere decir, que se puso de acuerdo con el resto de su familia.

Todos los hermanos mayores necesitan que les apoyen en esta delegación para saber qué tienen que hacer.

Los hermanos pequeños trabajan como cambia su familia con un hermano con discapacidad intelectual.

Los hermanos pequeños dicen que tener un hermano con discapacidad intelectual a veces causa estrés, incomodidad y agobio.

Los hermanos pequeños dicen que hay más cosas positivas que negativas.

Las cosas positivas son:

  • Aprenden mucho de sus hermanos con discapacidad intelectual
  • Se adaptan mejor a los cambios
  • Aprenden a escuchar a los demás y saben ponerse en el lugar del otro
  • Hablan más con sus otros hermanos que no tienen discapacidad intelectual.

Los hermanos pequeños están aprendiendo ahora muchas cosas para su futuro.

Los hermanos pequeños estarán más preparados para ocuparse de sus hermanos con discapacidad cuando sean mayores.

El pasado viernes celebramos el III Encuentro de Hermanos Aprosub: En la zona de Cambio. El encuentro, al que asistieron 45 hermanos, presentó como tema central el proceso que experimentan estas personas al adquirir la tutela de sus hermanos con discapacidad intelectual cuando sus padres por diferentes circunstancias ya no pueden ejercerla.

Los participantes en edad adulta asistieron a los testimonios de dos hermanas que ya había experimentado ese proceso de delegación en sus familias. Ellas representaban las dos situaciones que con mayor frecuencia se da durante este proceso: delegación impuesta, por ser hermanos únicos o por ser la mujer entre los hermanos y delegación voluntaria, cuando es consensuada por los miembros de la familia y/o solicitada por el hermano/a. En ambas situaciones, se analizó y trabajó, cómo sería para ellos una adecuada delegación, como resultado los hermanos coincidían en la necesidad de tener información al respecto, la necesidad de comunicación entre padres e hijos y la necesidad de consenso, apoyo y empatía entre los hermanos.

En cuanto a los participantes más jóvenes, se trabajó el presente y el futuro de tener un hermano con discapacidad intelectual. Reflexionamos sobre los cambios que se experimentan a nivel familiar cuando tu hermano/a es una persona con discapacidad intelectual. Esos cambios conllevan aspectos positivos y negativos no solo en la familia sino también en el entorno más cercano. Los más pequeños apuntaron que puede provocar estrés, agobio o incomodidad, y destacaron con mayor énfasis todo lo positivo que supone para su vida: aprendizaje continuo, capacidad para abrir la mente y ser flexible, ser más positivo, etc.

Además, trabajamos el supuesto de que, en un futuro tuvieran que cuidar de sus hermanos con discapacidad intelectual y ellos mismo apuntaron la necesidad del reparto de tareas entre todos los hermanos, una comunicación muy fluida, escucha y empatía con el resto de los hermanos y ser tolerante antes situaciones adversas.

El trabajo con hermanos jóvenes y adultos y las conclusiones sacadas de estos encuentros servirán de base a nuestro servicio de apoyo a familias para ofrecer formación y orientación útil y práctica según sus demandas, inquietudes y sobre todo, para procurar una mayor calidad de vida y bienestar para la familia.