ENTREVISTA EN PRIMERA PERSONA A JOSÉ JIMÉNEZ

Resumen

Un ejemplo de cómo la vida puede cambiar radicalmente con los apoyos adecuados y mucha fuerza de voluntad

José perdió a su madre hace cinco años y desde entonces su vida cambió profundamente. Con la falta de su principal apoyo, José comenzó a tener una vida complicada con problemas de alcohol y malas compañías.

Por fortuna, encontró apoyos naturales en un vecino, en el párroco de su iglesia, a que la iba con frecuencia, así como en la casa de acogida “Madre redentor”.

Nos cuenta su historia.

José, cuando pierdes a tu madre, pierdes tu principal apoyo en la vida. ¿Qué pasó en ese momento?

Cuando perdí a mi madre me refugié en el alcohol. Quería acortar los días porque se me hacían muy duros. Me sentía muy solo y sin apoyos familiares.

Estuve así tres años. Fueron muy difíciles.

¿Quién te ayudó en ese momento y cómo?

Me ayudó mucho un compañero que trabaja en Hipercor. Era mi vecino. Me aconsejaba que cambiase el rumbo de mi vida, porque así iba a acabar muy mal. Nunca olvido a este amigo. Yo lo escuchaba porque confiaba mucho en él.

También me ayudó el párroco de mi iglesia porque gracias a él fui a la casa de acogida. Allí me eché amigos y amigas, como mi amiga María. Las monjas también me apoyaron mucho, me acuerdo de Vicenta. Me apoyaban aconsejándome y también las escuchaba. Yo he tenido también mucha fuerza de voluntad.

Y así fui saliendo del alcohol poquito a poco.

Otro apoyo importante lo tuve con las trabajadoras sociales del centro cívico porque ellas buscaron la ayuda para que entrase en esta residencia.

¿Cómo cambió tu vida cuando entraste en la residencia?

Yo entré aquí el año pasado. Mi vida ha cambiado para mejor: tengo comida, ducha, calefacción y el apoyo de mis amigos y los profesionales.

Aquí tengo tranquilidad y me siento muy querido por la gente.

¿Qué objetivos te has propuesto en tu plan personal de apoyo?

Estoy en jardinería y en la recogida de residuos.

Me gusta mucho la jardinería porque me estimula la mente y me tiene alejado de la vida de antes. Estoy ahora mismo con Rubén y Valentín y me están enseñando muchas cosas que no sabía. Me gustaría hacer algún curso cuando saliera.

También estoy en el Programa de Gestión Medioambiental porque estoy muy sensibilizado con el medio ambiente. Participo los jueves y los viernes.

Primero hacemos separación de residuos en contenedores y luego los reciclamos en una procesadora.

¿Cómo te sientes ahora con los apoyos de la residencia, tus amigos y tu nueva vida?

Ahora me siento muy bien. Hago también otras actividades como las salidas de ocio.

El domingo pasado visitamos el Jardín Botánico y me gustó mucho, es precioso.

Ahora tengo un apoyo familiar importante con mi hermano y mi hermana.

Nos hemos unido desde que cambió mi vida.

Ellos apoyan todo lo que hago y paso tiempo con ellos, los fines de semana, los puentes y las navidades.

¿Te gustaría dar algún mensaje?

Lo primeo es que agradezco mucho a mi amigo el apoyo y la ayuda que me dio. El día de San Rafael mi hermano me llevó al barrio y lo vi. Se alegró mucho de verme y yo también. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Me invitó a una Pepsi y estuvimos hablando.

También quiero dar las gracias a mis hermanos porque se están portando muy bien conmigo ahora. Me dan todo lo que necesito, no me hace falta nada.

Quiero decir también que cuando una persona tiene adicciones es muy importante pedir apoyo pero que también hay que tener mucha fuerza de voluntad para salir de ellas.

Y que estoy muy contento y muy feliz.