Entrevista en primera persona a Vicky

Resumen

Ser voluntaria me hace sentir bien, contenta y además ayudo a otras personas.

Si hay alguien que se esfuerza por alcanzar los objetivos de su Plan Personal de Apoyo, es Vicky.

Ella se ha propuesto dar un giro a su vida (que no es nada fácil) para sentirse realizada y motivada como su vitalidad, inquietud y corazón le piden.

Ella, con los apoyos de nuestros/as profesionales, transforma soledad en compañía, anhelo en hechos y voluntad en resultados.

Conozcamos mejor su historia.

Yo vivo en una residencia de mayores que se llama San Juan de Dios en Montilla desde hace más de quince años. Aunque estoy bien, hay muchos momentos en que me aburro porque no salgo de paseo ni hay personas de mi edad. A mi lo que me gusta es salir a pasear y ayudar a otros y poder sentirme útil.

Tuve una reunión con la Trabajadora Social de la residencia, mi tutora y la directora del centro ocupacional y les dije que quería salir más de paseo y también ir de viaje. En la reunión hablamos también de que tengo que ser más responsable con los horarios y aunque voy consiguiéndolo me quedan cosas por mejorar. Las personas que me ayudan a conseguir lo que quiero son las trabajadoras de la residencia que me apoyan para preparar las cosas que necesito si voy a alguna actividad o de viaje. Lourdes me ayuda a planificar actividades y ver si puedo ir.

Desde marzo soy voluntaria en el “Ropero Solidario” de Cáritas. Voy los primeros miércoles del mes, aunque a veces voy más días si hace falta ayuda. Allí clasifico la ropa que está en buen estado y separo la que está estropeada, coloco los zapatos en la estantería, doblo y coloco ropa de cama y coloco utensilios de la casa. Charlo con las personas que están allí, Mercedes, Paqui, Micaela, mi compañera Ana, Carmen, etc. Siento que me aprecian y que son cariñosas conmigo, son muy simpáticas.

Los lunes por la tarde voy al Club de Lectura Fácil al Centro Cultural. Allí leo, escucho a mis compañeros y aprendo cosas nuevas. Luís, que me apoya en el club de lectura, me acompaña dando un paseo a la residencia.

También soy voluntaria en una protectora de animales, voy algunos domingos con Carmen Lara, que es la psicóloga del centro. Limpio los platos y la casita de los perros, los acaricio, los paseo, etc.

Lo que más feliz me hace ahora mismo es ir de voluntaria al “Ropero solidario” de Cáritas porque allí me lo paso bien, me encanta ayudar a los bebés que vienen con sus madres a por ropa, los mezo en sus carritos, los cojo en brazos y hasta se duermen conmigo. También me divierto con las otras voluntarias, cantamos, bailamos, etc. Y nos reímos muchos. Y también me gusta mucho pararme luego a cenar o tomar algo. Ir allí me hace sentir bien, ayudo a otras personas y me siento solidaria.

Carmen Ruz (profesional CDO) me apoya porque viene conmigo a muchas actividades, a viajes a paseos, etc. Ella me recoge de la residencia, me acompaña y luego me lleva, me da consejos y a veces nos tomamos un refresquito, una tapa, etc. Ella, es mi profesional de referencia y siempre se acuerda de mi cuando ve que hay una actividad que me pueda gustar. Con mis otros monitores también voy a actividades que elijo.

Yo le diría a la gente que deben probar a ser voluntarios porque te sientes bien, contenta y te lo pasas bien, a la vez que ayudas a otras personas con pocos recursos. Las actividades que hago fuera de la residencia han mejorado mi vida.