La soledad no deseada más allá de las personas mayores.

La soledad bien podría ser “Una moneda de dos caras”. En una cara encontramos la soledad elegida; una situación deseada que proporciona libertad, satisfacción, reconforta y es fuente de crecimiento personal y en la otra cara estaría la soledad no deseada.

Por un momento vamos a detenernos en la soledad elegida, porque es importante hacer la distinción entre estar solo y sentirse solo.

Soledad elegida

Estar solo en un lugar concreto durante un tiempo concreto como por ejemplo contemplando un atardecer o un amanecer, o paseando por un sendero en mitad de la naturaleza es una elección perfecta para poder encontrarse con uno mismo y disfrutar de la mejor compañía “Tú mismo”, y son estos momentos de reflexión en soledad elegida los que pueden ser una maravillosa oportunidad para alimentar nuestro bienestar emocional, facilitando el autodescubrimiento, conectando con nuestros pensamientos, sentimientos, limites, preferencias y fortalezas.

Soledad no deseada

La soledad no deseada es la cara a la que nos hemos asomado desde hace un tiempo en Futuro Singular Córdoba. Nos parece interesante citar al autor Carl Gustav Jung, el cual consideraba la soledad como peligrosa y a la vez adictiva, ya que una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no sientes la necesidad de interrelacionar con los demás.

Si bien es cierto que, a lo largo del tiempo, personas vinculadas a la escritura, a la filosofía, y a la poesía, entre otros campos, han abordado el tema de la soledad, no fue hasta el año 1.959 cuando se publica el primer estudio científico por Frieda Fromm Reichmann. La doctora, contemporánea de Freud, define la soledad como una falta de intimidad, como una ruptura en el vínculo con los demás que provoca desamparo patológico, siendo que los sentimientos que se generan ante tal desamparo desaparecen cuando el vínculo se restablece. 

Soledad emocional y Soledad social

Por citar a otro autor de relevancia en el campo, nos referimos a Robert Weiss quién diferencia dos tipos de soledad en su libro «Loneliness: the experience of emotional and social isolation». Por una parte, la soledad emocional, donde se aborda una experiencia subjetiva en la que la persona percibe la falta de una relación de intimidad, de apego y de cercanía con otras produciendo seguridad y protección, y por otro lado la soledad social, la cual se centra en la ausencia de una red social de apoyo. Por medio del estudio de la red social de una persona o familia se puede medir el riesgo de aislamiento.

Soledad cero

Desde el pasado año nuestra entidad, Fundación Futuro Singular Córdoba, está trabajando en un proyecto piloto junto con Plena Inclusión sobre la Soledad No Deseada, el proyecto se conoce como “Soledad Cero” cuyo objetivo es promover soluciones innovadoras para que las familias mejoren su calidad de vida familiar y su red de apoyo, disminuyendo los sentimientos de soledad no deseada. En el transcurso del proyecto hemos tomado conciencia sobre cómo afecta el fenómeno de la soledad a las personas, independientemente del momento vital en el que se encuentren: personas mayores, adolescentes, familias con hijas o hijos con discapacidad intelectual, personas en proceso de divorcio, familias que se trasladan de residencia por motivos laborales y un largo etcétera. La soledad es un problema relevante para toda la población, aunque se disfraza y diluye en la vida cotidiana.

Soluciones a la soledad no deseada

Al igual que la soledad emocional o social puede afectar a cualquier persona. Gran parte de las soluciones a este problema se encuentran en la comunidad, en el entorno, en las relaciones de proximidad y de afinidad, pasando de una perspectiva individualista propia de las sociedades occidentales a una perspectiva colectivista más propia de las culturas asiáticas.  

Con la llegada del covid-19 y el confinamiento decretado como medida de prevención ante la crisis sanitaria de estos últimos meses, hemos sido testigos de situaciones en las que la soledad se ha podido visibilizar desde su lado más crudo, sin embargo, también hemos sido testigos de la forma en la que la red natural ha conseguido amortiguar esos efectos negativos. Crear comunidades abiertas, resilientes y sensibilizadas con el fenómeno de la soledad no deseada y con las necesidades de las personas más vulnerables es responsabilidad de todas y de todos.

Actualmente seguimos trabajando en el proyecto “Soledad Cero” junto con otras entidades de Andalucía y de España con el propósito de desarrollar un prototipo que genere respuestas innovadoras para disminuir el sentimiento de soledad no deseada de las familias, así como sensibilizar a la sociedad sobre este fenómeno.

Documentos consultados:

  • Cuestión de expectativas. Andrea Aguilar. Artículo “El País”
  • La prevalencia de la soledad en las personas mayores de Iznájar y sus aldeas. 2.019. Ayuntamiento de Iznájar.
  • Soledades urbanas. Luis Meyer
  • Construye Comunidad: iniciativa Plena Inclusión.
  • Estudio de la compañía y la soledad a través de la lógica. Amalia Coca Barbado y Jorge Luís Gómez González.
  • Mamen Garrido Ramón: La soledad elegida. El placer de estar con uno mismo.

Autora:

Lourdes Villatoro. Servicio de Promoción Comunitaria y Apoyo a Familias en Futuro Singular Córdoba