La alimentación, si nos basamos en la jerarquía establecida en la Pirámide de Maslow, es una necesidad fisiológica que junto con la respiración o el descanso, entre otros elementos forma parte de la base de la pirámide. Tan importante es que dentro de los factores no hereditarios que influyen en el desarrollo fetal, tiene un papel fundamental para proporcionar al feto todo lo necesario para un correcto desarrollo. Siempre y cuando no haya déficit alimentario (carencias en aporte de calorías, grasas, proteínas, glúcidos, vitaminas y minerales), la alimentación no influye de manera determinante en el neurodesarrollo, si bien cabe destacar que unos hábitos alimenticios inadecuados de manera reiterada podrían deparar en futuros problemas de salud, como por ejemplo la obesidad infantil.

SUGERENCIAS ALIMENTACIÓN INFANTIL

Para seleccionar los alimentos que los niños deben comer hay que tener en cuenta la cantidad, como contribuye al organismo y si son necesarios o perjudiciales para el mismo según la información nutricional. El  “Documento Salud Infantil”  elaborado por la Junta de Andalucía , es una herramienta para ayudar a padres, madres y profesionales  a compartir información importante sobre la salud, el crecimiento y el desarrollo de vuestro hijo o hija (puedes descargarlo aqui),  incluye un apartado de alimentación donde especifica orientaciones para  introducir los alimentos, en cuanto a orden, la edad para hacerlo , consejos, etc. En definitiva la alimentación en la primera infancia debe ser equilibrada, consciente y holística.

SÁCALE JUGO. La alimentación favorece el desarrollo funcional del menor.

La alimentación, además de ser una necesidad fisiológica, supone un sinfín de oportunidades, diferentes, y que se van a dar de manera repetida, para favorecer el desarrollo funcional y evolutivo del menor dentro del entorno natural. A continuación se detallan algunas de las posibilidades que los momentos de la alimentación brindan para favorecer el desarrollo del niño:

• En los primeros meses de vida del bebe, el momento de la alimentación es un marco idóneo para favorecer la atención conjunta, la atención mutua entre los padres y el niño. El dar el pecho, o el biberón supone una ventana de oportunidad para que se establezcan miradas sostenidas, turnos, gestos, vocalizaciones, etc. Acciones que no caerán en saco roto y que tendrán su repercusión en habilidades a adquirir posteriormente.

• Alimentarse por sí mismo es una situación que requiere de determinadas destrezas psicomotoras, por ejemplo llevarse la cuchara a la boca, pinchar con el tenedor, mover la cuchara en el vaso para que se disuelva el cacao en la leche, son situaciones que se dan varias veces al cabo de un día por lo que son situaciones propicias para que el niño adquiera estas habilidades que se relacionan sobre todo con la motricidad fina.

• Clasificar alimentos, por texturas, colores, tamaños, temperaturas, procedencia, sabores. Todas estas oportunidades de actividades que aparecen de manera diaria suponen el desarrollo de habilidades cognitivas.

• Habilidades sociales, de autonomía, habilidades adaptativas, emocionales: Aprender a utilizar los utensilios para comer correctamente, relacionarse con los demás a la hora de las comidas, saber cuándo se puede hablar y cuando no, que se puede comer y que no, servirse alimentos, o preparar recetas sencillas son ejemplos de actividades a realizar en los distintos momentos en los que nos alimentamos que favorecen el desarrollo en estas áreas.

• Favorecer el desarrollo del lenguaje. El proceso de la masticación, además de ser fundamental para la posterior digestión de los alimentos, contribuye al desarrollo de las musculatura de las estructuras orofaciales, lo cual favorece el desarrollo del habla. Además el hábito de la alimentación, las rutinas que se generan en relación al momento de la comidas, son propicias para la estimulación del lenguaje, tanto expresivo como comprensivo.

CONCLUSIÓN

A fuego lento (aparte de ser una famosa canción) es la forma de cocinar que está de moda entre los grandes Chef, ya que al parecer los alimentos se transforman, y se logran texturas y sabores muy agradables. Obtener un desarrollo saludable y armónico del niño puede ser similar a preparar una receta a fuego lento. Necesitaremos los alimentos idóneos en cuanto a cantidad y calidad, combinar bien esos alimentos, disfrutar y aprender durante el proceso de trasformación de los ingredientes y por último deleitarnos con el resultado.

Autores: Equipo Atención Temprana de Futuro Singular Córdoba