Tengo discapacidad intelectual y quiero trabajar

En España, alrededor del 6% de la población en edad laboral tiene reconocida oficialmente una discapacidad, sin embargo, sólo el 35% de estas personas trabaja o busca trabajo de manera activa, porcentaje que se reduce hasta el 25%, si hablamos de personas con discapacidad en edad laboral que tienen un empleo.

En lo que respecta al colectivo de personas con discapacidad intelectual, las cifras se reducen hasta un 32% para las personas que trabajan o buscan trabajo y un 20% en el caso de aquellas que tiene un empleo.

Aproximadamente un 17% de las personas con discapacidad que trabajan en España lo hacen en Centros Especiales de Empleo.

Bajo estas cifras se esconde la realidad de estas personas, las cuales tienen que superar aún hoy en día, numerosas barreras tanto internas (nivel familiar) como externas (empresarios) para poder acceder a un empleo lo más normalizado posible.

A nivel interno (familia) aun hoy en día existe un nivel importante de desconocimiento, sobre todo en aquellos casos en los que la persona recibe una pensión por su situación de discapacidad y/o acuden a un centro día. En este sentido es fundamental que la familia empodere a la propia persona para que elija cual quiere que sea su futuro, más allá de su situación administrativa particular.

A nivel externo (empresa) existen muchos prejuicios y miedos por parte de los empresarios, debido sobre todo a falsas creencias; como, por ejemplo, que éstas personas sólo pueden desempeñar determinados puestos de trabajo o porque creen que su nivel de absentismo es alto. Y nada más lejos de la realidad, si reciben un apoyo adecuado, pueden ser igual de competitivos que el resto de los compañeros de trabajo.

De cara a paliar algunas de estas dificultades, existen una serie de medidas en materia legal, en Andalucía, por ejemplo, se ha aprobado recientemente la Ley de los Derechos y la Atención a las Personas con Discapacidad, donde se ha pasado del 7% al 10% de reserva para las ofertas de empleo público, reservando dentro del mismo, un 2% para personas con discapacidad intelectual.

Además, la normativa exige que todas aquellas empresas públicas y privadas que empleen a un mínimo de 50 trabajadores deban reservar un 2% de los puestos para personas con discapacidad, aunque si bien es cierto que aproximadamente el 80% de las empresas incumplen esta exigencia.

Destacar en este sentido, los centros especiales de empleo que, si bien cumplen una importante labor en materia de inserción laboral, quizás no tanto en el ámbito de la inclusión y la inserción en entornos normalizados.

Con todos estos condicionantes, resulta fundamental que se preste un apoyo personalizado en tres direcciones: empresarios, familia y persona, poniendo a esta última y a sus decisiones en el centro de todo el proceso.

Este apoyo se deberá realizar atendiendo siempre a las capacidades e intereses particulares de la misma, teniendo en cuenta además el tejido empresarial de nuestra zona de actuación y, por consiguiente, de las posibilidades reales que ofrece, lo que nos permitirá articular un nivel de apoyo adecuado en función de todas estas variantes, que deben ser analizadas con detenimiento al inicio del proceso.

En un colectivo tradicionalmente alejado de los procesos de selección de las empresas, es importante hacer referencia a las consecuencias positivas que tiene para las personas con discapacidad intelectual, acceder a un empleo. Más allá de la obvia remuneración económica que favorece la vida independiente, aspectos como la posibilidad de tomar sus propias decisiones, la asunción de responsabilidades, o la mejora de su bienestar emocional o físico, hacen que su calidad de vida mejore de manera inmediata, ayudándoles a su vez a sentirse plenamente participes de la sociedad en la que viven.

Con todo esto estaremos poniendo el foco en las capacidades y actitudes de las personas y no sólo en las limitaciones, lo que contribuirá a generar la necesaria transformación social orientada impulsar a un mundo cada vez menos excluyente.

Álvaro Castellanos Andújar

Responsable del Servicio Empleo con Apoyo de Aprosub