Entrevista a Carmen Castillo: vocal de Futuro Singular Córdoba

Carmen Castillo es vocal del Patronato de Futuro Singular Córdoba.

Nuestra vocal, es abogada y madre de un chico con discapacidad intelectual al que nuestra fundación presta apoyo.

Carmen ha compaginado su carrera profesional, su representación en el patronato y su papel como madre de familia numerosa, de forma excepcional. ¿Ha sido fácil?

Nos lo cuenta en esta entrevista.

Carmen, ¿Cómo afrontas y superas el reto de compaginar carrera profesional, ser vocal de nuestra fundación y madre de familia numerosa?

Para llegar a esta respuesta tengo que hacerte una introducción. Cuando por sorpresa te conviertes en madre de un hijo con discapacidad intelectual es algo que tienes que asimilar. Tú te sientes preparada para ser madre, sí, pero no para ser madre de un hijo con discapacidad.

Lo primero que tuve que hacer es aceptar esa situación. Desde pequeña tenía claro que quería ser madre, trabajar y desarrollarme profesionalmente. Cuando entra por sorpresa esta nueva situación tienes que asimilarlo primero. Tardé dos años en decidir que, igual que iba a luchar por los derechos de las personas con discapacidad, iba a luchar por la vida que me había propuesto como meta. Estaba preparada para incorporarme a la vida laboral.

Por supuesto, fue una decisión consensuada con mi marido, mi gran apoyo en todo, y fue una decisión muy acertada.

Así, volví a mi vida laboral como abogada y decidí empezar a luchar por los derechos de las personas con discapacidad.

Por eso, a tú pregunta, te puedo responder, que asumo con mucho orgullo haber conseguido la meta de ser madre, haberme desarrollado profesionalmente y estar consiguiendo luchar por las personas con discapacidad intelectual.

También debo decirte que este reto, sin el apoyo de mi marido y mis padres, hubiese sido mucho más complicado de conseguir.

¿Cuáles son las principales dificultades con las que te has enfrentado en estos años?

Personalmente, me he encontrado con pocas dificultades, tanto en el entorno familiar, donde he encontrado mucho apoyo, como en el profesional, porque he trabajado en una empresa sensible.

Donde me he encontrado dificultades serias ha sido en la burocracia de la administración. Hay una falta de apoyo importante de la administración hacia las mujeres trabajadoras madres de hijos con discapacidad.

Algunos apoyos necesarios se han fraguado a través de los movimientos asociativos como Plena Inclusión. Yo he tenido que hacer uso de los respiros familiares para ir a trabajar, en lugar de “para respirar”. Respiros ofrecidos por las asociaciones, no por la administración.

¿Cuáles han sido los principales apoyos que has tenido en estos años para poder compaginar tu faceta como madre, abogada y vocal de nuestra fundación?

El principal ha sido mi entorno familiar, sobre todo de mi marido. Él ha renunciado a su evolución y ascenso profesional en favor del mío. Ha sido mi gran apoyo.

Mi empresa también me ha apoyado cuando lo he necesitado, aunque te reconozco que siempre he intentado buscar apoyos fuera para poder organizarme laboralmente y cumplir mis responsabilidades.

¿Consideras que, hoy en día, se ha conseguido la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el entorno laboral, familiar y social?

Uff que pregunta más intensa.

En mi caso particular te digo con mayúsculas que sí. Tengo igualdad tanto en el entorno familiar como en el laboral.

Pero creo que mi caso no es lo normal y lo corriente. Aún queda muchísimo camino por recorrer, pero creo que vamos en buena dirección. Pienso que es fundamental la educación de nuestros hijos en ese camino. Y pienso que es imprescindible inculcar a la mujer que tiene que ser independiente económicamente y no debe depender del hombre.

Para esto se necesita mucho apoyo de la administración. Pero lo primero es que la propia mujer quiera ser igual que el hombre.

Bajo tu punto de vista ¿Cuáles son las mayores carencias? ¿Qué queda aún por hacer para conseguir esta igualdad?

Las mayores carencias, bajo mi punto de vista, están en la educación, hay que saber educar en igualdad a los hijos e hijas.

También creo que existe otra carencia en la mentalidad de la sociedad. Aún, socialmente, no se percibe igual que, en una familia con hijos/as con discapacidad, sea la mujer la que trabaje fuera, en lugar del hombre, o que trabajen los dos. Es algo que aun no se ve natural, cuando ambos deben compartir el mismo camino.

¿Hay algo de lo que te sientas especialmente orgullosa?

Principalmente de ser madre y de haberme desarrollado profesionalmente siendo madre de familia numerosa, con un hijo con discapacidad. Pero también de formar parte de Futuro Singular Córdoba, porque ha supuesto otro reto cumplido. Me satisface muchísimo poner mi granito de arena en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual.   

¿Algún mensaje final?

Me gustaría trasladar a las mujeres que, el hecho de ser madres de un hijo o hija con discapacidad, no debe impedirles desarrollarse en otras facetas: laboral y socialmente. 

Hay que aprovechar los apoyos de los que se dispone sin miedo, sin reparo moral y sin sentirse culpables. Deben procurar la normalidad en sus vidas, aunque tengan un hijo/a con discapacidad.