Planes Personales de Apoyo como mapas de vida

Resumen

Los Planes Personales de Apoyo tienen como objetivo empoderar a la persona para tomar decisiones y definir la vida que quiere y cómo lograrla.

Desde los babilonios, los mapas han estado presentes en nuestra vida. Su utilidad para servir como guía, referencia y su necesidad para alcanzar objetivos, lo han hecho instrumentos esenciales sobre los que trabajar porque, por lo general, detrás de un mapa, suele haber un plan.

Las grandes hazañas no suelen ser el resultado de simples ideas (por muy buenas que sean) ni de acciones improvisadas. Las grandes hazañas necesitan un plan trabajado, analizado, compartido…un mapa que nos sirva de guía y nos referencie continuamente el sentido y la dirección de nuestro trabajo.

Siguiendo con este símil y al hilo de la frase de Ramón Bayés “La persona es un viaje y cada viaje es distinto”, no hay mayor hazaña que conseguir que una persona desarrolle una vida plena, apoyándole en las necesidades que lo requiera, ni herramienta más necesaria para ponerla en marcha que el plan personal de apoyos.

Apoyos personalizados en el mapa de Futuro Singular Córdoba

Los cimientos de Futuro Singular Córdoba, como define nuestra misión, se fundamentan en impulsar los proyectos de futuro de las personas a través de la prestación de apoyos personalizados. Esta idea nos inspira por su concepto amplio y trascendental, pero necesita operativizarse a través de un paradigma, la planificación centrada en la persona (PCP), y materializarse a través de una herramienta, los planes personales de apoyo (PPA).

Sobre esta herramienta, clave en nuestro día a día como prestadores de apoyos, vamos a hablar a continuación.

Planes Personales de Apoyo

Un plan personal de apoyos es un documento que guía las intervenciones necesarias en los próximos dos años para que la persona pueda llevar a cabo los objetivos planteados sobre sí mismo de una manera autodeterminada. Persigue empoderar a la persona para tomar decisiones y definir la vida que quiere y cómo lograrla.

La elaboración de un plan es un momento de gran relevancia, creativo e innovador, en el que debemos contar con información y compromiso suficientes por todas las partes implicadas.

Personas implicadas en un Plan Personal de Apoyo

El grupo de personas participantes deben ser cercanas y relevantes para la persona, elegidos por él o ella, y su composición será:

La persona. Es el total protagonista. Debe tener un papel activo tanto en la formulación de sus metas como en su participación. Debe sentirse escuchado, respetado en todo momento y no juzgado ni presionado por el resto de participantes. Sus deseos y necesidades deben ser el centro sobre el que pivoten las acciones a realizar. El plan debe ser totalmente entendido y asimilado por la persona y debemos usar todas las estrategias cognitivas y comunicativas necesarias para asegurar este fin.

Entorno personal. Por lo general un familiar o una persona de referencia con la que tenga un vínculo estrecho. Debe ser un agente comprometido con los derechos y la calidad de vida de la persona. Debe conocer las acciones propuestas, participar en la evaluación de su situación presente y ofrecerse como un apoyo natural que asegure la voluntad y los compromisos que adquiere con la persona.

Entorno profesional. Los profesionales de referencia de la persona intervendrán desde varios niveles asegurando las medidas necesarias y ejecutando los apoyos desde diversas áreas. Su nivel de compromiso con la persona y con la ética profesional, serán claves en el desarrollo de las acciones propuestas. En todo momento deben actuar como auténticos facilitadores.

El plan debe ser participado por todos estos agentes de una forma activa y comprometida, centrándose en las capacidades y factores positivos de la persona, no en sus limitaciones.

A pesar de plantear acciones con un horizonte temporal de dos años, un plan personal de apoyos debe ser una herramienta flexible y adaptable, enmarcada en un proceso continuo y dispuesta a modificarse tantas veces como sea necesario para cumplir su propósito.

Metas y objetivos en un Plan Personal de Apoyo

Las metas u objetivos propuestos pueden ser de muy diversa naturaleza al estar establecidos por las prioridades y singularidad de cada persona, si bien, atenderemos especialmente a cinco logros esenciales (O´Brien and O´Brien, 2000; O´Brien and Connei, 1987):

  1. Estar presente y participar en la vida en la comunidad.
  2. Lograr y mantener relaciones sociales satisfactorias.
  3. Expresar preferencias y tomar decisiones en las actividades cotidianas.
  4. Tener oportunidades para desempeñar actividades socialmente reconocidas y para vivir con dignidad.
  5. Continuar desarrollando competencias personales. 

Sin embargo, de cualquier modo, un plan personal no debe ser un documento extenso, complejo ni denso. Debe plasmar de manera simple los objetivos, las acciones y tareas, y los criterios de evaluación que permitan su seguimiento a través de indicadores. De forma semestral realizaremos un seguimiento que nos permita obtener información sobre su avance y cumplir con el ciclo de calidad PDCA (Planificar, Hacer, Verificar y Actuar) de mejora continua.

En definitiva, los planes personales de apoyo son una oportunidad, un momento clave dentro de un continuo que persigue empoderar a la persona para la toma de decisiones. Son la guía de referencia sobre la que sustentar nuestras actuaciones diarias y que hacen posible el futuro elegido por y para la persona.

“El pensamiento y metodologías de planificación centrada en la persona son una manera de conectar las creencias profundas sobre la inclusión con maneras prácticas de cambiar la vida de las personas” Helen Sanderson.

Referencias:

Crespo, M. y Verdugo M.A. (2013). Planificación centrada en la persona: una nueva forma de trabajar en el ámbito de la discapacidad. En M.A. Verdugo y R.L. Schalock (Coords.), Discapacidad e inclusión. Manual para la docencia (pp. 135-154). Salamanca: Amarú Ediciones, Colección Psicología. ISBN: 978-84-8196-350-X.

Verdugo, M. A., Gómez, L. E. y Navas, P. (2013). Discapacidad e inclusión: derechos, apoyos y calidad de vida. En M. A. Verdugo y R. L. Schalock (cords.), Discapacidad e inclusión. Manual para la docencia (17-41). Salamanca: Amarú.

Schalock, R. L. y Verdugo, M. A. (2003). Calidad de Vida. Manual para profesionales de la salud, la educación y los servicios sociales. Madrid. Alianza Editorial.

Autora: Laura Calero. Directora del Centro de Futuro Singular Córdoba en Palma del Río.