Bienestar emocional en personas con discapacidad intelectual

¿Qué entendemos por bienestar emocional?

Según la Organización Mundial de la Salud (2013), el bienestar emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.

Los seres humanos nos relacionamos con el entorno a través de dos instrumentos: los cognitivos y los emocionales. A lo largo del día, fruto de nuestra interacción con el medio, experimentamos sensaciones, emociones…en la medida en que sepamos mantener un equilibrio con las mismas y nos sintamos capaces de afrontarlas, de equilibrar lo que el medio nos exige, nos sentiremos satisfechos, y felices con nosotros mismos.

Bienestar emocional y calidad de vida

Atendiendo al Modelo Conceptual de Calidad de vida de Schalock y Verdugo (2002), entendemos el bienestar emocional como una de las dimensiones que contribuyen al constructo de calidad de vida. El bienestar emocional hace referencia a sentirse tranquilo, seguro, sin agobios, a no estar nervioso y lo evaluamos mediante indicadores de satisfacción tales como autoconcepto y ausencia de estrés o ausencia de sentimientos negativos.

El profesor Robert Schalock (2004), en su exposición del paradigma de discapacidad incluye cuatro componentes fundamentales: limitaciones funcionales, bienestar personal, apoyos individuales y competencias y por último la adaptación personal. En relación al segundo componente, al bienestar personal, Schalock refleja dos conceptos clave que son la psicología positiva y la calidad de vida.

Psicología positiva

La psicología positiva, centrada en el estudio de las fortalezas o virtudes en pro del bienestar pleno de la persona, tiene su inicio en 1998 con el discurso inaugural de Martin Seligman como presidente de la American Psychological Association (APA) (Seligman, 1999).

Según los pilares de la psicología positiva, cuando una persona tiene experiencias positivas o potencia sus emociones positivas, obtiene mejores resultados personales puesto que de manera exponencial su emoción positiva contagia al resto de dimensiones de calidad de vida. Cuando una persona se siente bien emocionalmente, aumenta sus relaciones interpersonales, busca rodearse de relaciones positivas, aumenta su autodeterminación incluso puede verse reflejado en la mejora de su bienestar físico.

Apoyos al bienestar emocional

Desde este planteamiento teórico, las entidades prestadoras de apoyo a las personas con discapacidad intelectual llevan tiempo fomentando, de manera expresa, el bienestar emocional de la persona, bien de manera trasversal o bien  con programas específicos.

En 2012, se edita la Guía de Buenas Prácticas en la atención a las personas con discapacidad titulada “Apoyos al bienestar emocional”, enmarcada en el proyecto “Vivir Mejor” del Departamento de Política Social y Servicios Sociales de la Diputación Foral de Álava, ofreciéndonos una serie de pautas generales de apoyo orientadas a favorecer y reforzar el bienestar emocional y las actitudes positivas de las personas con discapacidad intelectual.

Fortalezas del carácter

En marzo de 2017, Niemiec, Shogren y Wehmeyer, publican el artículo Fortalezas del carácter y discapacidad intelectual y del desarrollo: un enfoque basado en las  fortalezas desde la psicología positiva, en el que proporcionan una visión general de la creciente ciencia de las fortalezas de las personas y exploran por qué y cómo las fortalezas son relevantes para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.

Reivindican a las entidades prestadoras de apoyos, la necesidad del estudio de la psicología del carácter, de las fortalezas y su impacto en la mejora de la calidad de vida. Exponen que existen oportunidades para integrar las fortalezas en los conceptos actuales en los que basamos la atención a las personas con discapacidad intelectual, tales como son el apoyo conductual positivo, la autodeterminación o la planificación centrada en la persona. Apuntan la idoneidad de evaluar las fortalezas de las personas con discapacidad y a partir de las mismas, elaborar planes personales enfocados a la mejora de su calidad de vida.

Bienestar emocional en Futuro Singular Córdoba

En base a estas orientaciones, hace unos años, iniciamos desde la Fundación una nueva línea de trabajo en la que se propone el estudio y mejora de las prácticas enfocadas a la mejora del bienestar emocional.

Contamos con un equipo de nueve psicólogos y psicólogas que conforman el Servicio de Valoración y Orientación Psicológica siendo este conjunto de profesionales quienes lideran y promueven intervenciones terapéuticas individuales y grupales.

A nivel individual, fomentan la mejora del bienestar emocional de las personas a través de la psicoterapia, o de la intervención en problemas de conducta bajo el enfoque del apoyo conductual positivo.

A nivel grupal se desarrollan dos programas cuyo objetivo principal es mejorar el bienestar emocional de las personas con discapacidad intelectual. Hablamos del programa denominado La Caja de las Emociones y del Programa de Fortalecimiento emocional.

La caja de las emociones

La caja de las emociones es un programa dirigido a todas las personas con discapacidad intelectual a las que se presta apoyos en la entidad, independientemente de su funcionamiento intelectual y de su edad. Se trata de una batería de técnicas y dinámicas que pueden ser adecuadas a diferentes perfiles.

El programa es desarrollado, bien por psicólogos y psicólogas del centro o bien por los profesionales de atención directa, previo despliegue del programa por parte del Servicio de Valoración y Orientación psicológica.

El programa tiene como objetivo la identificación y gestión de las emociones primarias.

Programa de Fortalecimiento Emocional

El Programa de Fortalecimiento Emocional, se puso en marcha como proyecto piloto enmarcado en el Trabajo Fin de Máster en Integración de Personas con Discapacidad. Calidad de Vida del Instituto Universitario de Integración en la Comunidad, INICO, de la Universidad de Salamanca.

Tras el desarrollo del pilotaje, se obtuvieron entre otras conclusiones, la mejora significativa en la satisfacción percibida por parte de los participantes, así como un mantenimiento o aumento en la puntuación de bienestar emocional.

Este proyecto evidenció la importancia de implementar programas de desarrollo y mejora del bienestar emocional, íntimamente ligados al desarrollo de prácticas centradas en la persona, poniendo el acento en el desarrollo de las potencialidades de la persona y en los apoyos que ésta necesita para desarrollarse plenamente desde una perspectiva de la psicología positiva y su gestión emocional.

Desarrollo del Programa Fortalecimiento Emocional

Dicho esto, el programa comenzó a desarrollarse en todos los centros de nuestra entidad en enero de 2022.  Los participantes en el programa son personas con discapacidad intelectual con un funcionamiento intelectual leve o moderado, que tienen reflejado en su proyecto vital objetivos relacionados con el bienestar emocional o bien personas que, a criterio del equipo técnico del centro, puedan tener un potencial de desarrollo en esta área.

A través del programa de fortalecimiento emocional, se promueve el conocimiento de emociones primarias y secundarias, así como el aprendizaje de su gestión.

Se desarrolla el conocimiento de las condiciones favorecedoras para el bienestar emocional haciendo hincapié en las relaciones interpersonales, en hábitos de vida saludable y en la salud física entre otros aspectos. En dicho programa se empodera a la persona a través del conocimiento de sus propias fortalezas a través de las cuáles pueden conseguir las metas marcadas en su proyecto vital.

En la actualidad, son cincuenta y cuatro las personas participantes en el programa, quedando incorporado en la dinámica habitual de apoyos de la entidad y a desarrollar de manera continua en cada uno de los centros.

Desde la Fundación Futuro Singular Córdoba, seguiremos poniendo el foco en el desarrollo de prácticas que fomenten las potencialidades de la persona y en los apoyos que ésta necesita para desarrollarse plenamente desde una perspectiva de la psicología positiva y su gestión emocional.

Autora: Aurora Gómez, Directora del Centro de Adultos de Futuro Singular Córdoba