Autodeterminación y movimiento Autogestores

Cuando pensamos en autodeterminación lo primero que nos viene a la mente es la toma de decisiones. Según la RAE, es la capacidad de una persona para decidir por sí misma algo. Tomar decisiones, es un proceso mediante el cual se realiza una elección entre diferentes opciones.

Tomar decisiones es fácil para algunas personas y difícil para otras, depende de las experiencias que hallas tenido, educación, edad… pero todos al fin y al cabo las tomamos…tenemos la oportunidad de tomarlas, de elegir entre una cosa u otra.

Para que cualquier persona ejerza su derecho a actuar con autodeterminación hay que dejar espacio, ese espacio que da la oportunidad de crecimiento, de experimentar, de recaer y aprender , independientemente de tener éxito o no. La autodeterminación es un motor que moviliza a la persona a alcanzar los resultados que se propone,  pero fundamentalmente provoca que el foco interno esté en lo que uno puede hacer por y para sí mismo.

Las leyes por fin respaldan esta postura:

Ley 4/2017, de 25 de septiembre, de los derechos y la Atención a las Personas con Discapacidad en Andalucía,

La convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad ha impulsado un cambio de paradigma en las políticas sobre discapacidad pasando desde el enfoque asistencial al de garantía de derechos.

Paralelamente, también supone otorgar el protagonismo a las personas con discapacidad en el libre desarrollo de su personalidad y en la toma de decisiones sobre todos los aspectos de su vida, así como en la configuración de una sociedad inclusiva. En este sentido, es preciso establecer mecanismos para su incorporación efectiva en los procesos de toma de decisiones que afecten a sus derechos.

En los años 50 se crearon las primeras asociaciones por los derechos de las personas con discapacidad intelectual. Estas fueron creadas por familiares de las personas con discapacidad, iniciando con ello un nuevo camino. Durante décadas su labor promovió el acceso a la educación y al empleo y en general una mejor calidad de vida, pero se hizo desde las decisiones que tomaban las familias, sin incorporar la opinión de las personas con discapacidad intelectual.

En 1985, La Liga Internacional de Asociaciones en favor de las Personas con Deficiencia Mental (ILSMH, actualmente denominada Inclusión International) difundió una toma de posición titulada «Participación en la vida de la familia y de la comunidad», que es uno de los documentos básicos de la historia de la autogestión.

En la Asamblea General de Inclusión International celebrada en Cork (Irlanda) en 2001, esta organización instaba a todas sus organizaciones miembros a “alentar a los autogestores a que participen en sus asuntos y en la toma de decisiones».

En España en 1996, el Congreso de Toledo de Plena Inclusión, entonces como conocido como FEAPS, impulsó un debate sobre la necesidad de promover la participación ciudadana de las personas con discapacidad intelectual. El modelo de calidad de vida de Robert Shalock y M. A. Verdugo y el debate sobre la terminología relacionada con la discapacidad intelectual dio pie al desarrollo de una mirada más individual, democrática y ciudadana, que fomenta la individualización de las necesidades de apoyos de cada una de las personas con discapacidad intelectual y el especial hincapié en fomentar la autodeterminación.

Debido a este avance en 1998 se crearon los cinco primeros grupos de autogestión en asociaciones de Madrid, Pamplona, Sevilla, Vitoria y Murcia. En ellos participaban unas 50 personas con discapacidad intelectual y cada grupo contaba con una persona de apoyo sin discapacidad. En el año 2009, en España existían 281 grupos de autogestión en los que participaban 2946 personas. Se calcula que el 21,93% de las asociaciones contaban con al menos un grupo de autogestión.

Los grupos de autogestión son grupos formados por hombres y mujeres, adultos con discapacidad intelectual que se reúnen periódicamente para tomar sus propias decisiones, pero también para que participen en asamblea, congresos, foros y otros actos de las organizaciones, preparando y planteando sus demandas y ofreciendo sus puntos de vista. Además, difunden sus actividades a través de boletines, blogs, libros, programas de radio, etc.

Teniendo como objetivo que cada miembro disponga de su propio espacio para expresarse y manifestar sus necesidades y deseos. Es muy importante ayudar a los miembros del grupo a alcanzar mayor autonomía personal y social tanto dentro del grupo como en su vida diaria. Dotar a estos miembros del grupo de habilidades básicas de comunicación y funcionamiento de grupo, como facilitarles la participación en la vida asociativa. Para posibilitar, el aprendizaje de toma de decisiones en su vida cotidiana.

En el año 2007, APROSUB promueve la creación de grupos autogestores en la entidad, el centro pionero fue el de APROSUB Córdoba; seguidamente en años posteriores Castro del Río siguió los mismos pasos, y en el 2011 todos los centros de APROSUB contaban con grupo de autogestores.

Actualmente están consolidados 6 grupos de autogestores, uno por cada centro, en el que participan más de 50 personas.

En estos diez años nos hemos convertido en uno de los grupos más numerosos de Autogestores a nivel Autonómico y Nacional, consagrándonos como referente para la toma de decisiones e iniciativas, consiguiendo consolidar el grupo, dotándolo de herramientas para seguir avanzando en el proceso propio de autogestión, incidiendo  en nuestras comunidades para hacerlas inclusivas, para que la ciudad sea un espacio de todos y que sus ciudadanos sean iguales. Los autogestores de Aprosub ayudan a su comunidad a transformarse y donde había exclusión exista la participación. Esto lo hacen mediante charlas en institutos de secundaria, colegios, programas de radio, acciones reivindicativas a los ayuntamientos de sus localidades…etc

Las personas de apoyo de estos grupos les ayudamos a cumplir sus tareas y metas y a preparar su labor como autogestor, les facilitamos el camino.

En ese camino es necesario intercambiar lo que se aprende con grupos de otras ciudades y comunidades, lo hacemos mediante Encuentros provinciales y autonómicos (organizados por Plena Inclusión) una vez al año. Estos encuentros nos mantienen unidos en el proceso de transformación, dándonos herramientas para seguir avanzando, superando miedos y destruyendo falsas creencias, creando un nuevo concepto de sociedad más justo e igualitario para todos.

El futuro de este movimiento es alentador, en la Convención Internacional de Autogestores celebrada en Orlando (EEUU) en 2016, Daniel Fernández el Autogestor representante de España aporto experiencias de participación y empoderamiento de los autogestores Españoles. Una de las demandas surgidas de esos debates e intercambio de experiencias fue que los autogestores pudieran aprender, compartir y organizarse juntos, y que contaran con herramientas para impulsar la autogestión, el empoderamiento, y la comunicación entre personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en todo el mundo. Así quedó reflejada en el Informe mundial «Autogestión para la inclusión», realizado por los Autogestores del Consejo de Inclusión International en enero de 2017.

Iniciando una práctica de trabajo en red, en alianza, que nos permita dar más valor a más personas.

Autora:

Carmen Arrabal

Persona de Apoyo Grupo de Autogestores Aprosub Montilla