EN ATENCIÓN TEMPRANA EL MEJOR EXPERTO ES LA FAMILIA

Se denomina Atención Temprana al conjunto de intervenciones destinadas a los menores de 0 a 6 años, a su familia y a su entorno, que tienen por objetivo dar una precoz respuesta a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o en riesgo de padecerlos.
Es común que los padres cuyos hijos han sido derivados a un servicio de Atención Temprana, estén esperanzados en encontrar un experto que logre solventar las dificultades que su hijo/a presenta, acudiendo (el niño) a las sesiones que se concreten en función de criterios diversos. Para ir dando sentido al título de este post vamos a comenzar por aclarar de qué manera se produce generalmente el aprendizaje en los niños. Los niños aprenden a lo largo de todo el día, de manera pausada, haciendo uso de la repetición y (muy importante) dentro de su contexto. Sí tenemos en cuenta estas características del aprendizaje, y analizamos la metodología que normalmente se sigue en un Centro de Atención Infantil y Temprana ( en adelante CAIT), podemos concluir que el modelo de intervención en un entorno ambulatorio y a cargo de un profesional experto no es el más efectivo, ya que la intervención no es posible realizarla durante todo el día, al ritmo que los niños necesitan, no habiendo por tanto la suficiente repetición y sobre todo no dándose las oportunidades de aprendizaje en el contexto del niño/a.
Con la intención de mejorar la efectividad en la prestación de los servicios de Atención Temprana surgió en el año 2000, un modelo creado por R.A Mc William denominado Intervención centrada en la familia y en entornos naturales. Este modelo tiene como objetivo aprovechar las oportunidades de aprendizaje en los contextos naturales del niño, ya que es en estos donde se siente a gusto, son motivantes para él, encuentra más diversidad de estímulos, además de ser más relevantes, y algo muy importante, en los contextos naturales se aumentan las variaciones plásticas en el sistema nervioso central, debido a que es del niño de quien parte la iniciativa para interactuar con los estímulos.
El cambio que el modelo de intervención en entornos naturales supone respecto a la intervención en el entorno ambulatorio es el foco de la intervención. Mientras que en el entorno ambulatorio es en el niño en el que se centra la intervención, en el modelo de R.A Mc William, son los cuidadores habituales del niño (padres y maestros) los actores principales de la misma.
La explicación a este cambio se debe a dos motivos: El primero es que, sí nos basamos en las características del aprendizaje de los niños, los cuidadores habituales son las personas idóneas para favorecer el desarrollo del menor, ya que pasan muchas horas con él, se pueden adaptar a su ritmo, existe la posibilidad de darse situaciones repetidamente y dentro de un contexto normalizado. El segundo motivo es que los profesionales tenemos la capacidad de influir más en los cuidadores principales del niño que en el propio niño. Los adultos, al contrario que los niños, si que tienen la capacidad de aprender en sesiones aisladas, por eso en este modelo se aprovecha el tiempo disponible de cada sesión, para en función de las necesidades del adulto respecto al niño, poder orientarle y hacerle competente para saber dar respuesta a la diversidad de problemáticas que pueden surgir.
Para lograr comprender este modelo es preciso saber que son los cuidadores principales, como expertos y conocedores del niño, los que van a detectar las necesidades del mismo dentro de la rutina diaria, por tanto, la intervención se va a ceñir a esas rutinas, para de esta manera poder incentivar la adquisición de aprendizajes funcionales. Es necesario saber que la intervención no se produce cuando el profesional visita el contexto natural del niño, sino entre las visitas al mismo. Y es fundamental conocer que los padres/maestros, con los aprendizajes adquiridos junto con el profesional de referencia, sacarán partido a las actividades de cada rutina con la finalidad de potenciar el desarrollo del niño.
En Aprosub apostamos por este modelo de intervención ya que se basa en la capacitación familiar, la cual es de suma importancia para conseguir que la familia vea aumentada su calidad de vida. Por ello estamos inmersos en un proceso de trasformación de nuestros CAIT con el fin de ir progresivamente adaptando nuestra práctica diaria a un enfoque centrado en la familia, donde las oportunidades de aprendizaje del menor no se limiten a una serie de horas, sino que se vean multiplicadas gracias a los mejores expertos que hay en un niño, su familia.
Agustín Montilla Luque
Coordinador RAT de Atención Temprana de Aprosub.